Todo iniciado en el mundo de la negociación y de la mediación sabe lo que es el BATNA, concepto aplicable tanto a la negociación de acuerdos comerciales como de conflictos. El BATNA (best alternative to a negotiated agreement), al que algunos autores de habla hispana denominan MASNA (mejor alternativa si no hay acuerdo) o MAAN (mejor alternativa a un acuerdo negociado), es la mejor solución (u opción) que tenemos como parte en un conflicto ante la imposibilidad de lograr que la otra parte acepte nuestra pretensión, es decir, una vez descartado el acuerdo negociado. En todo caso, nuestro BATNA representa una línea roja que no estamos dispuestos a traspasar.
El BATNA en un conflicto
Sea un conflicto patrimonial, familiar, empresarial, laboral o de cualquier otra naturaleza, lo cierto es que muchas personas se enfrentan a su conflicto sin prepararlo ni analizar de antemano sus posibilidades de éxito. A veces por desconocimiento y otras veces, la mayoría, por estar secuestradas por sus emociones, dejan que el conflicto se estanque o escale sin adoptar una postura mínimamente racional. Con estos antecedentes acuden a su abogado, que, si no es conocedor de los sistemas alternativos de solución de conflictos (ADRs), les abrirá la puerta a los Tribunales, sin preguntarse ni preguntarle explícitamente si existe una solución mejor.
Desafortunadamente creen erróneamente que a falta de acuerdo en un conflicto hay que dejar el asunto en manos del juez. Para estas personas, su BATNA es el litigio, entendiendo y dando por supuesto que el juez les dará la razón, y sin considerar, como ya pusimos de manifiesto en anteriores artículos, los inconvenientes del juicio.
En efecto, cuando las partes dan por descontado que el acuerdo negociado es imposible, normalmente encuentran en el juicio su BATNA. Sin embargo, conviene preguntarse: ¿existiría una alternativa al acuerdo negociado mejor que el litigio? Si no puedo alcanzar un acuerdo negociado, ¿qué opción me queda sin llegar a juicio?
Llegados a este punto en que la desavenencia no puede resolverse por las partes implicadas mediante un acuerdo negociado, esa alternativa existe en la mayoría de los conflictos y se llama mediación. Se trata de una alternativa legal y regulada en España desde la ley 5/2012 de mediación en asuntos civiles y mercantiles.
Se podrá argumentar que la mediación no es propiamente un BATNA, por cuánto tiene carácter voluntario y no se puede obligar a la otra parte a acudir a la misma, mientras que el inicio del litigio sí depende de uno mismo, pero contra este argumento debemos pensar que el litigio tampoco ofrece una solución segura y cierta para los propios intereses, ya que depende de un tercero llamado juez.
Un ejemplo de esto se vive a diario en el mundo empresarial, donde los conflictos entre socios, laborales o comerciales en la relación proveedor-cliente, se suceden a diario. Por ejemplo, en más de un conflicto laboral por despido, una vez asumido éste por el afectado, hemos visto discusiones en torno a la indemnización a pagar donde las partes han adoptado posturas maximalistas que han conducido inexorablemente al litigio, lo que al final siempre finaliza con un perdedor: tal es el caso cuando la postura del empresario se centra en la calificación del despido como objetiva y ofrece una indemnización de 20 días por año, mientras el despedido se empeña en calificar su despido como improcedente o nulo y exige la reincorporación (difícil) o indemnización máxima. En estos casos, puede que ambas partes vean su BATNA en el pronunciamiento del juez, convencidos, ambos de llevar la razón, y sin darse cuenta de que al final el juez dará la razón a uno u otro, resultando siempre un ganador y un perdedor, cuando tal vez una mediación podría haber obrado el milagro del acuerdo no sólo económico, sino también de futuro, -no olvidemos que muchas veces el empresario tiene resortes para facilitar la recolocación del empleado despedido-.
En el caso de conflictos proveedor-cliente, ¿cuántas reclamaciones de cantidad a clientes u otras reclamaciones mercantiles han seguido la misma suerte tras aferrase las partes rígidamente a sus posturas iniciales? ¿No podría haberse llegado a un acuerdo antes con la ayuda de un mediador?
Conclusión
Una mediación se puede convertir en el mejor aliado para lograr nuestros objetivos sin que la parte contraria pierda los suyos. De hecho, las mejores mediaciones deben conseguir un gana-gana (win-win) es decir que ambas partes queden satisfechas -aunque en este punto siempre he pensado que un buen acuerdo no sólo es aquel en que ambas partes quedan satisfechas, sino que también se da cuando ambas partes quedan ligeramente insatisfechas-, y no se logra cuando una parte queda satisfecha a costa de la insatisfacción de la otra parte.
La mediación deja intacta la opción del litigio para el caso de no alcanzarse una solución, por lo que se puede afirmar que el BATNA de una mediación es el litigio.
Si tiene dudas sobre el proceso de mediación, no deje de consultar nuestra página de preguntas frecuentes o póngase en contacto con nosotros.
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