El diario Expansión, en artículo firmado por L.SAIZ/V.MORENO/S.SAIZ, bajo el título «el sector legal diseña la hoja de ruta para reformar la Justicia», se hace eco hoy (1/04/2017) de algunos pasos que se deben dar. Como mediador, no quiero dejar pasar esta oportunidad sin manifestar, humildemente, mi punto de vista.
El objetivo principal de la reforma, dejando al margen otros secundarios, no es otro que abordar la necesidad imperiosa de reducir la carga de asuntos que llega a los Juzgados. A partir de ahí, cada colectivo tiene intereses concretos a resolver.
En materia civil y mercantil, no cabe duda de que la mediación ha de ser el instrumento central sobre el que gire cualquier acción encaminada a lograr tamaño objetivo, y no sólo en beneficio de la reducción de la litigiosidad, sino también, y más importante, en interés del ciudadano en conflicto. El ahorro en tiempo, coste y satisfacción por el resultado se impone.
No obstante, existen frenos. Para lograr el éxito de la mediación, la abogacía debe constituirse en su principal valedor, cosa que hoy por hoy no lo es. Sólo un puñado de letrados hacen un uso intensivo de la mediación. Los que la conocen, son fervientes creyentes del sistema.
La mediación no es negociación, ¡qué nadie se confunda! La mediación es un arte que requiere de un aprendizaje. Y no sólo por parte del mediador, sino también por los abogados de parte, que, al tiempo que aconsejan a sus clientes (cosa que el mediador no puede hacer, en base al principio de neutralidad), deben aprender a colaborar con aquel, en interés de su cliente, en la búsqueda de una solución consensuada y válida para las partes en conflicto.
La abogacía de la mediación, del acuerdo y de la paz es la abogacía del siglo XXI, por lo que la abogacía actual, la de la desavenencia y el litigio, que es del siglo XIX, no es la respuesta. No nos engañemos: los abogados deben formarse de forma urgente para transformar la abogacía, pero, salvo los abogados más innovadores, la mayoría esperarán hasta verse compelidos a abrazar esta técnica. Los mediadores pensamos humildemente, más o menos mayoritariamente, que convendría empezar por darle un empujoncito a través del establecimiento de la obligatoriedad de la asistencia a sesión informativa de mediación previa al juicio.
La pregunta que me hago constantemente es ¿a qué esperan los abogados para conocer este método y formarse en su utilización? La carrera de la mediación ha empezado y el abogado que quede rezagado tendrá que correr si no se quiere quedar fuera.
Recientemente hemos publicado en nuestro blog varios artículos en relación con este tema:
- Abogados: ¿enemigos o aliados? Tres razones por las que al abogado le interesa abrazar la mediación
- Abogacía y Mediación. Los grandes despachos de abogados a favor
- La mediación como respuesta a la insatisfacción de los ciudadanos con la Justicia
- ¿Por qué no ha triunfado (todavía) la mediación en España y qué hay que hacer para lograrlo? (y II)
- ¿Por qué no ha triunfado (todavía) la mediación en España?
- El abogado está obligado a informar a su cliente de los sistemas alternativos al juicio
Estamos a disposición tanto de los ciudadanos y empresas como de los abogados y demás operadores jurídicos, de los iniciados como de los que quieran iniciarse en este método de resolución de conflictos, siempre en interés de una solución al conflicto pactada por las partes con la ayuda de los profesionales.
Si tienes dudas sobre la mediación, no dejes de consultar nuestra página de preguntas frecuentes o ponte en contacto con nosotros.
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